Salud sexual y plenitud

Para hablar de sexualidad hay que remontarnos a los conceptos básicos acerca del ciclo de vida como seres humanos: Nacer, crecer, reproducirse y morir. A través de estas etapas por las que todos pasamos, la sexualidad está presente junto con nosotros desde el momento de nuestra concepción.

Para Eusebio Rubio, uno de los máximos exponentes de la sexualidad en Latinoamérica «La salud sexual se adquiere cuando los cuatro componentes de la sexualidad: reproductividad, género, erotismo y vinculación afectiva se expresan libremente.» Es decir, cuando se consigue expresar con toda libertad la identidad de uno mismo sin tabúes, tener el derecho a decidir sobre la mejor etapa en la que puedo reproducirme o no, la cualidad de contar con un «espacio» propio para reconocerme y reconocer las limitaciones que el mundo nos presenta, puesto que no estamos solos, y medirnos es importante para no invadir la libertad del otro.

Ahora bien, en nuestro país aun hay limitantes para que a la hora de hablar de temas que impliquen connotaciones «sexuales» sean reprobados y entonces se genere un vacío en la educación sexual de las nuevas generaciones. Este proceso se vuelve un desafío en nuestra cultura ya que primero hay que ser disruptivo para luego reconstruir ciertos valores y conceptos para así lograr:

  • Un reconocimiento sobre sí mismo
  • Un aprendizaje del otro
  • Un aprendizaje de ser como soy

Una vez conociéndose, valorándose, eligiendo qué, cómo, cuándo, dónde y con quién, diciendo lo que nos gusta y lo que no, y teniendo información adecuada para hacerlo sin riesgo se podrá vivir las relaciones eróticas saludablemente. Aquí te brindamos algunos tips para que tú y tu pareja vivan su sexualidad al máximo.     

1) Cuida tu salud

A veces el cansancio y el estrés son factores que limitan unas relaciones sexuales satisfactorias, inhibiendo el deseo sexual y desequilibrando la libido. Para ello se recomienda ejercicio físico de forma regular, ya que mejora la producción de testosterona y regula nuestras emociones. 

2) Auto explórate

Hay que conocernos a nosotros mismos antes de interactuar con otra persona para enseñarle a explorar nuestro cuerpo de forma adecuada, incentivando un encuentro entre ambos mucho más fructífero y placentero. De esta manera se fomenta de manera correcta la comunicación, la confianza y la intimidad entre ambos.

3) Disfrútalo

Dejarse llevar, liberarnos de tabúes y  conectar con el otro son las claves para que se disfrute el deseo del encuentro, tal como si se apreciara una obra de arte, dedicando tiempo para entender ese amor y dándole espacio al erotismo.

4) Experimenta

Somos seres con múltiples inteligencias, por lo que ocupar todos los sentidos para incentivar esas sensaciones visuales, táctiles, auditivas y olfativas, le dará un plus a tu relación. Ser innovador también es parte de la plenitud sexual, apuesta por variar el contexto, hábitos, posturas y ritmo.

5) Lo importante radica en todo el proceso

No todo es genital, la experiencia de principio a fin es donde radica la importancia. A veces un beso, abrazo, el juego, el sentir la compañía del otro, en buena medida son más satisfactorios que un coito y es ahí en donde esa complicidad con el otro te indican una salud sexual plena. 

6) Ser emocionalmente sano NO es ausencia de conflictos

La magia de tener una relación sana no está en el número de conflictos que se tenga, sino en la capacidad de la pareja para dialogar sobre la relación, elegir los mejores pronósticos para beneficio de ambos y mejorar la salud sexual. 

“Una experiencia insatisfactoria tras otra suele dar lugar a una pérdida de interés sexual, cuando no a un rechazo hacia la propia pareja”, destaca Briet. Por ello usar el condicionamiento sexual como castigo al otro, termina por deteriorar la relación, incluso fomentar la separación. 

7) El poder de la mente

Es inevitable a veces pasar por malos ratos o tener un mal día y al afectar tus emociones también puedes afectar tus relaciones sexuales. Busca actividades en pareja que ayuden a regularte y liberarte mental y afectivamente de cualquier prejuicio negativo ante el sexo. Un baile en pareja en medio del hogar sin música, jugar almohadazos o simplemente acurrucarse, no sólo tranquilizarán nuestras emociones negativas, si no que aumentarás esa confianza en la pareja. 

8) La frecuencia que la pareja desee

Así como no hay edad para el amor, tampoco hay un número clave para tener relaciones, la cantidad ideal será la que tú y tu pareja decidan. Recuerda que biológicamente  hombres y mujeres son diferentes y dentro de esas diferencias, el reloj biológico de un hombre, marca que entre los 15 y los 25 años están en su auge de experiencias sexuales. En cambio, la plenitud de vida sexual en mujeres se acrecienta entre los 35 y los 50 años.

Ahora vivir tu sexualidad ya no es un tabú, la magia radica en ser consciente y responsable de lo que quieres con los cuidados que implica.

Si quieres saber más sobre el tema, ponte en contacto con nosotros a través de nuestras redes sociales. Vrim Connect tu nuevo centro de salud digital.