
¿Alguna vez te has abrazado las piernas mientras estás acostada, respirando profundo para ver si se te pasa el dolor? ¿Has tenido que cancelar una salida, faltar al trabajo o simplemente quedarte en silencio en una reunión porque sientes que alguien te está retorciendo por dentro? Esta información te puede ser de gran utilidad porque nos han enseñado a callar ese dolor, a cargar con él como si fuera parte del paquete de ser mujer. A tomar una pastilla, aguantar y seguir. Pero… ¿Y si ese dolor no fuera tan normal como crees?
“Así soy yo, siempre me duelen los primeros dos días”

Te entiendo. Muchas crecimos escuchando que tener cólicos es parte de ser mujer. Incluso algunas los tienen desde la adolescencia y nunca han conocido un periodo sin malestar. Pero lo que muchas no sabemos es que ese dolor puede tener causas más profundas, que van mucho más allá de un simple cólico. Si sientes dolor pélvico intenso, si se irradia a la espalda o las piernas, si tienes náuseas, fatiga extrema o sangrados abundantes que te dejan sin energía… no lo ignores. Puede ser:
- Endometriosis: cuando el tejido similar al del revestimiento del útero crece fuera de él.
- Miomas: tumores benignos que pueden causar sangrados intensos o dolor.
- SOP (síndrome de ovario poliquístico): con ciclos irregulares, quistes y desequilibrios hormonales.
- Adenomiosis: cuando el tejido endometrial invade la pared muscular del útero.
Y eso sólo por mencionar algunos. No es para asustarte, sino para que sepas que lo que sientes importa.
Cosas que también podrías estar normalizando:
- Que el dolor te despierte por las noches.
- Que tengas que poner alarma para tomarte otro analgésico.
- Que no puedas usar ciertas prendas por la hinchazón.
- Que lloras sin saber por qué y luego te culpas por estar tan “sensible”.
- Que tengas accidentes, aunque uses toallas o tampones “Súper extra mega absorbentes”.
- Que tu pareja, tu familia o hasta tu doctor minimicen tu dolor.
¿Te suena familiar? Muchas lo vivimos y nos tardamos años en pedir ayuda. Pero entre amigas te lo digo: no deberías tener que vivir así cada mes. Escuchar a tu cuerpo es un acto de autocuidado, no se trata de exagerar. Lo normal es vivir tu ciclo sin que te incapacite.
Si algo no se siente bien, si ya lo intentaste todo y el malestar sigue, es hora de buscar respuestas.
En VRIM Connect puedes agendar una videoconsulta con médicos generales, ginecólogos o incluso psicólogos si necesitas hablar de cómo este tema ha afectado tu autoestima porque sí, el dolor físico muchas veces viene acompañado de culpa, frustración y cansancio emocional.
Hazle caso a tu cuerpo.
Hazle caso a esa vocecita que te dice “Esto no debería doler tanto”.
📲 Agenda una consulta desde la app de VRIM Connect y empieza a priorizarte.