A través de la vista apreciamos mundo que nos rodea, disfrutamos colores, brillos, paisajes, sonrisas… todos los días estamos expuestos a factores que pueden poner en riesgo nuestros ojos: la contaminación, bacterias, virus, dispositivos electrónicos, cansancio y estrés pueden dañar nuestros ojos.
Para cuidarlos te recomendamos:
- Acudir anualmente el conductor no logo para hacerte un examen visual
- No tallarlos ni tocarlos con las manos sucias
- Tener buenos hábitos de alimentación y actividad física
- Ajustar la graduación de lentes cada año
- Sólo usar soluciones oftálmicas si te las recomienda tu médico
- Utilizar lentes de protección al practicar un deporte de riesgo
- Utilizar material de protección ante exposición de gases químicos o calor
- Lavarte las manos correctamente antes de colocar un retirarse lentes de contacto
- Cambiar tus cosméticos cada 3 meses para evitar infecciones
- No desmaquillarte con soluciones oleosas.
Enfermedades visuales más frecuentes
Las enfermedades de usuales son muy comunes, ocurren por lo menos una vez en la vida. Todos hemos tenido nuestra infancia conjuntivitis, o de adultos hemos necesitado lentes para leer o en la tercera edad sufrimos de cataratas. Las estadísticas lo demuestran:
- En el mundo, 2,200 millones de personas tienen alguna enfermedad visual y de esos, 1,000 millones podrían haberse evitado si se hubieran detectado a tiempo.
- 146 millones de adultos tienen retinopatía diabética
- 76 millones de personas de entre 40 y 80 años tienen glaucoma.
- 65 millones de personas tienen cataratas
- 2,600 millones de personas de todas las edades tienen miopía.
Si las cifras son tan contundentes, ¿Por qué no nos revisamos cada año? Es rápido sencillo y puede permitirnos seguir disfrutando plenamente nuestra vida.
La revisión oftalmológica consiste en una serie de pruebas que varían dependiendo la etapa de vida del paciente:
- Una revisión al nacer permite descartar anomalías como catarata congénita retinoblastoma y retinopatía del prematuro.
- También se debe realizar este estudio al momento de recibir un diagnóstico de diabetes o de hipertensión
- En edad adulta debemos revisar nuestros ojos al menos cada 2 años si no hay presencia de retinopatía y si las hay, la revisión debe ser cada año.
- Después de los 55 años debe actualizarse cada año.
Miopía, hipermetropía y astigmatismo:
Cuántas veces hemos escuchado estos términos, pero, realmente ¿Sabemos qué significan?
La hipermetropía es un trastorno común de la vista en la que puedes ver claramente objetos distantes, pero los objetos cercanos pueden resultar borrosos. La hipermetropía sucede cuando el globo ocular es más corto de lo normal o la córnea no está lo suficientemente curvada. El efecto es lo contrario a la miopía.
Cuando una persona tiene miopía puedes contrariedad los objetos que están cercanos pero ve borroso los objetos alejados. Si para ver algo tú o tus hijos fruncen el ceño, entrecierran los ojos demasiado o tienen problemas para ver la televisión, es posible que tengan miopía.
El astigmatismo es una imperfección común y, por lo general, tratable en la curvatura del ojo, que causa visión borrosa de lejos y de cerca. El astigmatismo ocurre cuando la superficie frontal del ojo (córnea) o el cristalino en el interior del ojo tienen curvas dispares.
¿Has oído sobre las cataratas en los ojos?
Una catarata es una pérdida de la transparencia del cristalino, que ocasiona una opacidad en el ojo y provoca una visión borrosa, y aunque parece que no es algo muy común que sorprenderá saber que el 99% de las personas mayores de 65 años desarrollan cataratas.
Existen 2 tipos: las congénitas o de nacimiento y las adquiridas, que son producidas a causa de diabetes, glaucoma, golpes, medicamentos o por la edad.
Los síntomas más comunes son:
- Visión borrosa
- Deslumbramientos
- Distorsión de objetos y
- Alteración de percepción de colores.
Si tú tienes cualquiera de estos síntomas, por favor acude con tu oftalmólogo inmediatamente. En nuestra app puedes hacer tu cita fácilmente.
¿Sabes qué es el glaucoma?
es una enfermedad caracterizada por el daño progresivo al nervio óptico, lo que provoca la disminución del campo visual hasta provocar ceguera. Desafortunadamente es la segunda causa de ceguera en el mundo y la primera causa de ceguera no reversible, por eso es tan importante que ante cualquiera de estos síntomas acudas con tu oftalmólogo:
- Ver manchas negras
- Tener pérdida del campo visual
- Tener dolor de cabeza después de estar en un lugar oscuro.
