
¿Te ha pasado que justo cuando pensabas que ya habías dejado atrás el acné adolescente… bam, vuelve con fuerza en tus 20s o 30s? A veces por estrés, cambios hormonales, alimentación o simplemente sin razón aparente, nuestra piel se convierte en un campo de batalla. Y en medio de eso, llega el consejo bien intencionado:
“Tómate anticonceptivos, eso limpia la piel”.
Y sí, es verdad que ciertos anticonceptivos pueden ayudar a controlar el acné hormonal. Pero también es cierto que no todas las pastillas son iguales, ni todas las pieles responden igual. A veces, la decisión de tomar anticonceptivos por cuenta propia para mejorar la piel termina empeorando el panorama.
Vamos por partes:
Los anticonceptivos hormonales combinados (estrógeno + progestina) pueden reducir el acné al disminuir los niveles de andrógenos, que son hormonas que estimulan las glándulas sebáceas. Menos grasa, menos brotes. Pero no es magia.
Algunos métodos pueden tener el efecto contrario, y causar o empeorar el acné, sobre todo si no están bien indicados para tu tipo de cuerpo o necesidades.


Además, el acné tiene muchas caras:
🧬 Puede ser hormonal, sí, pero también puede deberse a hábitos de limpieza (productos no recomendables que usamos en piel), cambios emocionales, alimentación o enfermedades como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
💊 Y suspender o cambiar anticonceptivos sin guía médica también puede, en lugar de ayudar, desestabilizar tu cuerpo y tu piel.
Y esto es lo importante: tu piel te está diciendo algo. No la calles. Escúchala. Muchas veces, el acné no es sólo un tema estético, también puede doler emocionalmente. Mirarte al espejo, evitar fotos, maquillar lo que sientes… 👩⚕️ En VRIM Connect puedes hablar con un médico general, un dermatólogo o un ginecólogo sin salir de casa.
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