Salud emocional, ¿Necesidad real o moda?

“Me da amsiedad”, “Necesito terapia”, “Tengo crisis existencial cada lunes”. Seguramente has leído alguna de estas frases en memes, en stories, en TikTok… o las has dicho tú mism@ mientras te reías (pero un poquito en serio).

En los últimos años, hablar de salud mental y emocional se ha vuelto común, cotidiano, parte de nuestras conversaciones. Pero también ha despertado una duda válida: ¿Realmente estamos más “rotos” que generaciones pasadas? ¿O sólo somos más dramáticos? ¿Por qué nuestros papás no decían que tenían ansiedad? Probablemente porque ni sabían que eso que sentían tenía nombre. Porque crecer con la idea de “Aguántate”, “No es para tanto” o “Ya se te pasará” era parte del ADN familiar.

Nuestros abuelos se levantaban temprano, trabajaban todo el día, y si algo les dolía (el cuerpo, el alma, el corazón), lo enterraban. ¿Qué cambió entonces?

Cambió el contexto. Vivimos más rápido, más conectados, más comparados, más exigidos. Hoy sentimos que debemos tener la vida resuelta antes de los 30, que debemos ser productivos, felices, saludables y exitosos, todo al mismo tiempo y sin que se nos note el cansancio. No, no eres exagerad@. Sólo estás viendo lo que otros no quisieron mirar

La ansiedad, la tristeza profunda, la frustración o el burnout no son lujos de una generación “frágil”. Son respuestas humanas a contextos complejos. Y aunque a veces se banalicen en redes, eso no significa que no sean reales.

Lo que pasa es que ahora tenemos palabras, espacios, redes y profesionales que nos permiten expresarlo. Y eso está bien. De hecho, eso es un avance. Antes no se hablaba del tema pero que no se hable, no significa que no exista. Muchas personas que hoy tienen 50, 60, 70 años, viven con heridas emocionales que nunca atendieron. Y eso también se hereda, se traspasa, se carga.

No necesitas “estar al borde” para pedir ayuda. No tienes que llegar al colapso para justificar una consulta. Si hay algo que no se siente bien  (aunque no sepas explicarlo del todo) también merece ser atendido.

Sentirte abrumada, en piloto automático, con ganas de llorar sin razón, sin motivación… son señales de que algo necesita tu atención. Y no es moda, es salud.

En VRIM Connect te escuchamos, ya sea que tengas días grises o sólo necesites hablar con alguien. Puedes agendar asesoría emocional de forma confidencial, cálida y sin filtros. Psicólogos que te hablan en tu idioma, que no te sueltan con respuestas prefabricadas, que realmente te acompañan.

Hablemos de lo que sientes. Sin memes. Sin juicios. Sólo tú y VRIM Connect.